Me lamo la herida como gata en silla de comedor.
Placer, dolor.
Expando mi ola verde en la pared y la estampo manchada de vino.
No hay reflejo en el espejo.
Cagada de miedo con mis piernas temblando , solo voy a nombrarme.
Insisto ahí; donde la casilla del celular satura de mensajes sin responder.
Intensidad .
Inercia.
Me quemaste el abrazo, ni cenizas quedan.
Quizás solo quería que me veas llena de deseo.
Asoma el sol por la ventana del sexto piso y me lamo la herida como gata en silla de comedor.
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