viernes, 25 de mayo de 2012

Abrapalabra


Yo quiero un arma para cada uno de nosotros.
 Un arma para todos.
Alegre y demoledora.
Gigante como un ratón frente a un elefante que produzca humo, asfalto y conquistas.

Yo no quiero quedarme extraviado en el camino hambre para mañana.
No señor.
 Yo quiero semillas  de hombres y sembrarlos en los ojos y en el corazón.

Eso es lo que quiero.

La palabra en voz alta y en silencio en un solo movimiento.

La palabra esa arma que provoca un cambio a las reglas.

Nada de jaulas, decretos o leyes que convierten la furia en un feriado.
No quiero ser alma de pastel de una fiesta de unos pocos.
Yo quiero un arma para cada uno de nosotros y poder alzar el puño a los infinitos vientos.

En definitiva, yo quiero un  futuro mejor.


martes, 15 de mayo de 2012

Tarefera




Vuelve al yerbal,
Condenada a la explotación oculta.

El capuerón decide el camino, los yuyos más bajos son testigos de los pasos sin zapatos que dejan huellas de lucha.

Mujer tarefera.
 
Fortaleza,
 resistencia,
 machete en mano que mezcla harina, aceite y agua, origen del reviro, alimento en épocas de intersafra.

Mujer tarefera.
Voz alta que enfrenta al yarará que oprime, al sol que asoma día a día.

Ante el cuadrillero protege el hambriento llanto de la gurisada.

Mujer tarefera,
 fortaleza,
resistencia en la profundidad de los infiernos yerbales .

Duerme en los pastizales deseando despertar.

lunes, 14 de mayo de 2012

Vivir

Se vive una sola vez.

Con agua, amigos, guitarras, un río y una niña.

Se vive una sola vez.

Sin atar los brazos, ni la sangre.

Naci para decir y ahi me quedare.

Yo quiero volver a tocar las nubes o reir en la sala de un hospital de los que jamaz me golpearan en el abdomen.

Yo quiero mirar el sol con olor a las Carinas y esperar cualquier amanecer, mordiendo la tierra.






Porque la verdad amigo mio, solo se vive una vez.


martes, 1 de mayo de 2012

Victoria


No es la multitud con alas, es el ruido de la libertad, el murmullo del no viento, el mundo que espera el sueño, la palabra.

Lúmpenes celebran tu sangre de yegua, con asombro tu cara detenida, tu pelo de todos, tan revolucionario, tan subversivo.

No es la multitud con alas, es el ruido de la libertad.