martes, 18 de enero de 2022

Dejarme

 Tendré que dejarme al silencio.

 Dejarme a dejarme.

 Tendré que detener el impulso; a dejarme en la inquietud. 

Las nubes humanas tapan el cielo y todo parece terminar en tormenta. 

Tendré que dejarme a esta catarsis con sus plumas que me invita despegar del verbo.

Tendré que dejarme.

Y mientras me dejo; observo a un niño leer con alegría una historieta y apretar mi mano como si fuera una heroína de esas viñetas.

Me dejo y aparece ese sonido misionero con aire de chámame de Nicanor. 

Me dejo dejar y la lucha me la presenta de frente y eso ayuda a no olvidar su rostro.

Ese rostro de tanta luz que unx debe usar sus manos para poder distinguirla. 

Me dejo aunque me quede con la palabra en mis bolsillos.

Dejar es también quedarse. Quedarse con nuestra primera mañana .

Atrapar esos café/otoños con aroma a tiza.

Eso : dejarme. Si dejarme a lo que fue y no a lo que una espera que sea.

 Dejarme.

Y Si me quedo con la palabra? No sería tan malo si pensamos que no todos la encuentran.

 Esa es la selva inexplorada que deberé transitar. Aprender a desaprender.

Quedarme con esa luna en el río. Bailar y no sentir vergüenza que me veas... Dejarme a ese espejo donde me puse o intente ponerme hermosa para verte.

El silencio cuando se hace ruido humano explota en sus colores y nos convertimos en una vieja película en blanco y negro.

Ni siquiera se dé que estoy hablando pero me dejo al hablar.

Este dejar es el amor prole. Ese que hace que me explote el pecho o que te sea sincera sin medir las consecuencias. 

Y al instante te quedes en silencio en la ventana.


Dejarme a dejarme.


viernes, 14 de enero de 2022

La identidad es un derecho, no un artilugio legal



Por Pavla Ochoa


Un hombre en Neuquén cambió su DNI por “Horacia Eduarda” Becerra, argumentando para ello la necesidad de ver a su hija pese a tener denuncias por violencia de género hacia su ex pareja y restricciones expedidas por parte de la justicia por abuso sexual hacia la menor. Este caso pone en foco la utilización individual y lejana al espíritu de la Ley de Identidad de Género, que fue un logro de la lucha en las calles por décadas del colectivo LGTBIQ +.

En distintas entrevistas realizadas, Becerra, contó que estaba cansado de las denuncias que su ex esposa le hacía por violencia de género y que por eso modificó el DNI, que no se trata de una autopercepción sino una decisión para terminar con el “maltrato de la justicia hacia los hombres».

Es claro en este caso la utilización de la lucha legítima, con el único objetivo de sacar alguna ventaja especulativa en el plano jurídico. Fortalece, además, un discurso biologicista y transodiante de un sector de la sociedad que rechaza estas leyes, como a toda aquella que intente garantizar derechos como la ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), bajo el argumento de la “ideología de género», dando lugar a descalificaciones sociales para generar ámbitos de violencia y discriminación al colectivo.

Lo sucedido en Neuquén es un ACTO PATRIARCAL que no debe ser permitido por los organismos estatales intervinientes.







LA LEY DE IDENTIDAD UN LOGRO COLECTIVO

El colectivo LGTBIQ+ luchó por décadas para garantizar los derechos en una sociedad en donde aún persiste el homolesbotransbiodio. La ley 26.743 en Argentina, conocida como “Ley de Identidad de Género”, introduce un concepto de vanguardia a nivel mundial, que es el de “identidad autopercibida” que permite el cambio de nombre y la adecuación de los documentos identificatorios, empezando por el DNI. Se establece expresamente que no requiere acreditar tratamientos quirúrgicos ni hormonales ni tampoco equipara la identidad a ninguna clase de aspecto físico o estético. El año pasado con el decreto presidencial que introduce la no binariedad en la identificación de género en el DNI, se avanzó para que muchxs compañerxs que se identifican por fuera del binario varón – mujer, pudieran acceder a su cambio registral.

La lucha es y será, para garantizar derechos en una sociedad HeteroCis-normativa, donde las personas del colectivo, sufren cotidianamente la falta de trabajo y la falta de acceso a la educación. Muchas personas travestis y trans cuando transicionan terminan expulsadxs de sus comunidades educativas, y esa expulsión muchas veces no es explícita. Tiene que ver más con hechos cotidianos, de unx niñx que va a la escuela y no le respetan su pronombre o le obligan a hacer educación física desde una perspectiva biologicista de su cuerpo, es decir por miradas que organizan los cuerpos de las personas desde la genitalidad, perdiendo de vista la subjetividad. Se enfrentan a la falta de acceso a la salud pública y a la vivienda digna, entre otras vulnerabilidades. También, se enfrentan a un sistema judicial que no logra interpretar sus identidades, ni logran entender sus condiciones de vida y mucho menos las articulaciones vinculares o formas de representación.

Lohana Berkins, histórica militante travesti, fue contundente al definir al día siguiente de la sanción de la ley que significaba para la comunidad LGTBIQ+;”Es un hecho histórico, porque por primera vez el Estado nos reconoce como interlocutoras válidas y reconoce a uno de los colectivos más discriminados, porque no es una cuestión de cosmética que queramos tener un DNI, porque solo sirven para trámites concretos, sino que es abrir la puerta de una real democracia y discutir de nuevo los conceptos de “ciudadanía “. Porque si voy al general de la ley y leo mi constitución vivo en uno de los mejores países, ahora sabemos que hay mecanismos que son trabas que nos ponen para negarnos el acceso a esos derechos”.

Por esto la ley de identidad no es un artilugio legal para hombres Cis que tienen denuncias en la justicia de violencia de género y abuso sexual, que quieren hacer trampas legales y se burlan de quienes luchamos día a día por nuestra identidad.

Es importante que la Subsecretaría de Diversidad de Neuquén se manifieste como lo hicieron públicamente : “Repudiamos enfáticamente la acción realizada por una persona que reconoce haber modificado su género con el único fin de volver a contactarse con su hija, respecto de quien posee una restricción judicial, como él mismo ha reconocido. Conductas como la señalada constituyen una afrenta a los Derechos Humanos reconocidos por la ley. Además, alteran los valores que sostienen la normativa generando una distorsión que no debe ser permitida ni tolerada por los órganos de aplicación”. Pero no alcanza con eso, sino que debe volver a hablarse en todos lados de lo que significa la ley de identidad, resultado de la lucha de la colectiva y no de un gobierno que gestiona las políticas públicas del Estado.

Eduarda se burla de una lucha que no se inicio en el 2012 sino que se origina mucho antes. Becerra admitió que no se trata de su autopercepción sino que modificó su DNI por la falsa ilusión de ventajas en el plano jurídico en una causa por violencia de género y abuso sexual, . no reparando en el hecho que cambiar el nombre no desliga de las responsabilidades y violencias ejercidas hacia otras personas, Sus discursos, sacados de un manual machista, solo generan odio a quienes descreen de los derechos al LGTBIQ+ y sostienen estructuras patriarcales que generan las condiciones de vida precarizadas de las comunidades, con “odio, cisexismo y exclusión estructural”.
Mientras Eduarda alimenta los discursos odiantes y antiderechos, se cumplen 10 meses de la desaparición de Tehuel De La Torre, una clara evidencia de que el acceso al trabajo registrado y no registrado es una complicación para la población trans.

¿Sabrá Eduarda que el 90% de las mujeres trans subsiste en el sistema prostituyente, porque recién el año pasado el gobierno determinó un 1% de cupo laboral en los puestos estatales nacionales, pero aún no hay datos sobre su impacto.

Cuando realizó el trámite de su DNI ¿se habrá informado que la expectativa de vida de las personas trans sigue siendo muy baja en Argentina, 32 años en comparación con los 77 de una persona heterosexual?

Es lo que Eduarda y quienes bastardean la ley de identidad no quieren entender. Quienes luchamos por nuestra identidad y entendemos que no solo es un trámite administrativo el cambio de DNI, no podemos dejar de repudiar esta utilización de una conquista colectiva.

No hay dudas de que todas las personas pueden acceder a la ley de identidad de género, por eso lucharon las personas travestis, trans, que murieron para consolidar derechos y lograr que el Estado, nos nombre. Porque no es cierto; que «lo que no se nombra no existe, sino que existimos, eligen no nombrarnos”.

El 18 de mayo se hará en el país, el Censo 2022. El dato relevante es que incluirán preguntas sobre la identidad de género y la identidad étnica, fruto de la actitud y acción de quienes se pararon desde un lugar disidente ante un CIStema que por años marginó y violentó a la comunidad LGTBIQ + y exigió y sigue haciéndolo, para que se respete y cumplan los derechos, porque como dijo Lohana Berkins: «El tiempo de la revolución es hoy”.