jueves, 12 de julio de 2012

Rosa


Abiertos los nuevos ojos,
encarna una braza,
la daga en el pecho nos mata al final.

Nace la mano obrera,
se echa anclar en la selva,
 esperando el fuego quiebre todo silencio para soltar al hombre volar las rojas sangres que agitan exaltadas la pólvora contra la espesa opresión.
Parir risas en los niños,
quedarse a la izquierda,
construir un mañana sin carceleros,
 sin asesinos,
solo el puño desenterrando los sueños.





Junio


Flores piqueteras desprenden luz,
escapan del jardinero opresor,
cruzan las fronteras,
se hacen piel.

Dario y Maxi, el horizonte.

Sangre en los ojos, en las uñas.

Vida proletaria quemando rabia con humo de ejercito futuro.

La vehemencia del cuerpo provoca el sobresalto del movimiento.

La dignidad, aroma seductor de esas flores,
desafían al hambre y al lobo.

Se atreven a soltar sueños con dientes apretados de furia para dejar de ser rebaño.