No es la multitud con alas, es el ruido
de la libertad, el murmullo del no viento, el mundo que espera el
sueño, la palabra.
Lúmpenes celebran tu sangre de yegua,
con asombro tu cara detenida, tu pelo de todos, tan revolucionario,
tan subversivo.
No es la multitud con alas, es el ruido
de la libertad.
2 comentarios:
Hasta la Victoria, siempre... Lindo, como siempre... Cariñosssss
Esta muy bueno. Que protesta tan abisal tienes.
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