viernes, 25 de mayo de 2012

Abrapalabra


Yo quiero un arma para cada uno de nosotros.
 Un arma para todos.
Alegre y demoledora.
Gigante como un ratón frente a un elefante que produzca humo, asfalto y conquistas.

Yo no quiero quedarme extraviado en el camino hambre para mañana.
No señor.
 Yo quiero semillas  de hombres y sembrarlos en los ojos y en el corazón.

Eso es lo que quiero.

La palabra en voz alta y en silencio en un solo movimiento.

La palabra esa arma que provoca un cambio a las reglas.

Nada de jaulas, decretos o leyes que convierten la furia en un feriado.
No quiero ser alma de pastel de una fiesta de unos pocos.
Yo quiero un arma para cada uno de nosotros y poder alzar el puño a los infinitos vientos.

En definitiva, yo quiero un  futuro mejor.


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