martes, 18 de enero de 2022

Dejarme

 Tendré que dejarme al silencio.

 Dejarme a dejarme.

 Tendré que detener el impulso; a dejarme en la inquietud. 

Las nubes humanas tapan el cielo y todo parece terminar en tormenta. 

Tendré que dejarme a esta catarsis con sus plumas que me invita despegar del verbo.

Tendré que dejarme.

Y mientras me dejo; observo a un niño leer con alegría una historieta y apretar mi mano como si fuera una heroína de esas viñetas.

Me dejo y aparece ese sonido misionero con aire de chámame de Nicanor. 

Me dejo dejar y la lucha me la presenta de frente y eso ayuda a no olvidar su rostro.

Ese rostro de tanta luz que unx debe usar sus manos para poder distinguirla. 

Me dejo aunque me quede con la palabra en mis bolsillos.

Dejar es también quedarse. Quedarse con nuestra primera mañana .

Atrapar esos café/otoños con aroma a tiza.

Eso : dejarme. Si dejarme a lo que fue y no a lo que una espera que sea.

 Dejarme.

Y Si me quedo con la palabra? No sería tan malo si pensamos que no todos la encuentran.

 Esa es la selva inexplorada que deberé transitar. Aprender a desaprender.

Quedarme con esa luna en el río. Bailar y no sentir vergüenza que me veas... Dejarme a ese espejo donde me puse o intente ponerme hermosa para verte.

El silencio cuando se hace ruido humano explota en sus colores y nos convertimos en una vieja película en blanco y negro.

Ni siquiera se dé que estoy hablando pero me dejo al hablar.

Este dejar es el amor prole. Ese que hace que me explote el pecho o que te sea sincera sin medir las consecuencias. 

Y al instante te quedes en silencio en la ventana.


Dejarme a dejarme.


1 comentario:

José A. García dijo...

Entre el tener que hacer algo y efectivamente hacerlo siempre hay una lista interminable de complicaciones que algunas veces se vuelven tan densas que hacen imposible cualquier cambio, y unas pocas veces ayudan a que todo fluya más que el agua.

Saludos,
J.