Abiertos los nuevos ojos,
encarna una braza,
la daga en el pecho nos mata al final.
Nace la mano obrera,
se echa anclar en la selva,
esperando el fuego
quiebre todo silencio para soltar al hombre volar las rojas sangres que agitan
exaltadas la pólvora contra la espesa opresión.
Parir risas en los niños,
quedarse a la izquierda,
construir un mañana sin carceleros,
sin asesinos,
solo el puño desenterrando los sueños.
2 comentarios:
Me gustó.
Muy intenso, me ha gustado mucho.
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