El frio ahora es ese café donde todo queda despierto.
La piel es sismo, donde rompo todos los protocolos de "que hacer" y me dejo al temblor.
Acomodo el cuerpo en la silla, con menos ropa y me duermo una siesta ahí.
¿que es más egoísta? ¿tirarte la palabra en el pecho o quedarme con el deseo y no mostrártelo jamás?
Me moja todo lo que quiero decirte.
En la silla, pienso en matar a la triste que habita en mí. Darle lengüetazos, bailarle una cumbia y llenarla de alegría.
Necesito decirle ya basta.
El invierno devora todo . Duerme la marea con una canción de cuna.
Me dejo a este interminable orgasmo, para volver sola, caminándome.